Por: Redacción Reloj Informativo
En la República Dominicana, las reformas fiscales han sido objeto de continuas críticas por parte de la población, especialmente entre los sectores más vulnerables. Muchos ciudadanos sienten que las políticas impositivas favorecen a las élites empresariales y políticas, mientras que las clases trabajadoras son las más afectadas por las cargas fiscales. Esta percepción ha llevado a que se hable de una «gran estafa», donde el gobierno parece depender de aquellos que, sin mecanismos de evasión fiscal, soportan la mayor parte de la presión tributaria.

Las reformas fiscales suelen ser justificadas como necesarias para el crecimiento económico y la mejora de servicios públicos. Sin embargo, los resultados percibidos por la población suelen estar lejos de las promesas iniciales, generando una creciente desconfianza hacia las autoridades. Se considera que, mientras unos pocos logran evadir o reducir significativamente su contribución, el ciudadano promedio paga impuestos sin ver mejoras proporcionales en salud, educación o infraestructura.
Este malestar ha dado lugar a expresiones como «el gobierno vive de los pendejos», en referencia a la aparente impotencia de los contribuyentes más pobres, que no tienen más opción que cumplir con un sistema fiscal que no les favorece. La falta de transparencia y la percepción de corrupción agravan la situación, haciendo que la brecha entre lo que se recauda y los beneficios que llegan al pueblo sea cada vez más evidente.
Discussion about this post