Miuris (Nurys) Rivas
América y el mundo lloran la muerte del grandioso, el de la voz infinita, un cantante hijo de la vida, habitante del mundo que albergaba amor en su corazón para toda la gente sin fijarse en otras inclinaciones que no fuera la música.
Quisiera pedir a pesar de que reconozco la imposibilidad de mi petición, que no se asocie el nombre y recuerdo de Pablo Milanés con política alguna, que si ciertamente tuvo inclinación por la ideología que rige su tierra, esa parte pertenecía a su vida particular y además él tuvo la valentía de admitir que se había equivocado.
Fue en las últimas décadas, la voz más crítica con el régimen cubano: “En el año 1992 tuve la convicción de que definitivamente el sistema cubano había fracasado y lo denuncié”.
Desde Bayamo, su cuna, hasta el más recóndito paraje de América y más allá, todas las yolandas del mundo y la gente en general, entonan sus canciones clamando por su descanso.
Este aguerrido cantautor que guitarra en mano recorría los más célebres escenarios y también los más humildes, fue junto a sus compatriotas Silvio Rodríguez y Noel Nicola, fundador de la gloriosa trova Cubana.
El Premio Nacional de Música de Cuba y el Grammy Latino a la Excelencia Musical, fueron dos preseas obtenidos por Pablo, nos atrevemos a afirmar a pesar del valor de ambos premios, que no existió para el cantante, mayor galardón que el amor de su pueblo, de toda América y otras latitudes como España, lugar que fue el hábitat donde exhaló su último suspiro.
Varios conciertos programados quedaron truncos por la parca que traicionera y tenaz se acercaba a un Pablo enfermo que luchaba contra el mal que le aquejaba, para finalmente perder la batalla ante la nefasta rival de la vida.
República Dominicana, tierra que le quería, quedó en la lista de los conciertos truncados, los dominicanos que tantas veces te aplaudimos, nos abrazamos a los tuyos pretendiendo llevarles el consuelo de hermanos caribeños.
Desconocemos todo acerca de la nueva dimensión que habita Pablo, ¿limbo, cielo, infierno? al igual que dices en una canción, “no me atrevo a preguntar ¿Te quedarás? Temo mucho la respuesta de un jamás”.
No sabemos si es breve el espacio en que estás, ignoramos si “desandarás caminos recorriendo los cuerpos desolados sin futuro”, lo único que importa, es saber que tu cuerpo físico se despide del mundo, pero nunca el olvido cubrirá tu nombre.
Personalmente me quedo con el recuerdo de una noche en Santiago, en que la lluvia fue generosa y se detuvo para que pudiéramos ver tu concierto, la ciudad Corazón se volcó en latidos y se estremecía de tantos aplausos, cierro los ojos y me proyecto tarareando tus canciones.
Hasta siempre Pablo, ojalá tu guitarra pudiera rasgar sus cuerdas y llegando hasta tu alma, acunar allí todo lo que el mundo escribe para ti.
Discussion about this post