Para sostener relaciones sexuales con una menor de 13 años de edad, un hombre dominicano de 22 años, le pagó al padre de esta con “dos bolsas de cocaína”.
Tras ser vendida por su progenitor acabó retenida en un piso de Vallecas regentado por una mujer conocida como La Negra.
Fue detenido junto a otras 36 personas, acusadas de prostitución de menores, varias de ellas tuteladas en centros de protección por la Comunidad de Madrid.
Según indica medios internacionales, la joven era obligada a prostituirse y mantener relaciones con hasta tres hombres a la vez.
“Llegó a pasar 48 horas sin dormir encerrada en un piso. El testimonio de esta menor fue clave para destapar la trama que explotaba sexualmente a las menores y las utilizaba para traficar con drogas¨.
«Las habituaban a consumir base de cocaína o crack, una sustancia que genera una gran adicción. De esta forma lograban anular su voluntad y mantener una «cadena invisible» entre la menor y los miembros de la trama”, indica el diario.
La víctima es una testigo protegida en el caso y acabó en un centro de protección de la Comunidad de Madrid, un recinto de régimen abierto del que se escapó en varias ocasiones.
Estando allí confesó también a los tutores que había sido explotada por una banda, al igual que otras chicas con necesidades económicas a las que también captaron para prostituirlas.
El hecho dio origen al inicio de una investigación, luego que la Policía encontrara a la joven deambulando en la calle el pasado mes de abril con signos de violación.
La forma de contactar a las niñas
Los integrantes de la banda contactaban con ellas a través de redes sociales ganándose su confianza.
Luego, las utilizaban para ofrecer servicios sexuales a clientes a los que suministraban sustancias estupefacientes.
En algunos casos las obligaban a distribuir ellas mismas la droga, a bordo de patinetas y, tras la entrega, eran agredidas.
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