Reloj Informativo, La Cuba.- Una gran nube de polvo del Sahara llegó este martes al oriente de Cuba, que ha emitido alertas por el aumento de temperaturas y la proliferación de enfermedades respiratorias y de la piel asociadas a este fenómeno, considerado el mayor de su tipo en décadas.
Imágenes publicadas en la prensa oficial cubana muestran el cielo de la ciudad de Guantánamo -situada en la zona más oriental del país- con una inusual tonalidad lechosa debido a la alta concentración de partículas en suspensión en la atmósfera.
Expertos del Instituto de Meteorología (Insmet) de Cuba pronosticaron que la nube avanzará esta semana hacia el occidente del país y podría llegar a La Habana el próximo jueves 25, aunque los efectos deben ser menores en esa porción del territorio.
La presencia del polvo del Sahara es usual en la isla entre los meses de junio y agosto. Su influencia dificulta la formación de ciclones tropicales pero aumenta la sensación de calor e intensifica la sequía, uno de los principales problemas climáticos con los que ha tenido que lidiar la isla en los últimos años.
Los minerales, ácaros, virus, bacterias y otros patógenos arrastrados por la nube incrementan el riesgo de enfermedades, sobre todo en pacientes asmáticos y alérgicos, alertó hoy el director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Francisco Durán.
MASCARILLA Y AISLAMIENTO TAMBIÉN CONTRA LA NUBE
En su comparecencia diaria para informar sobre la marcha de la COVID-19 en el país, el doctor Durán explicó que el polvo del Sahara puede producir “manifestaciones catarrales, malestar en la garganta e irritación en los ojos”.
Recomendó “ahora más que nunca” el uso de la mascarilla, obligatoria para salir de casa dentro de las medidas dictadas por el Gobierno debido a la pandemia. Esta norma se mantiene todavía durante la primera fase de la apertura en la que ya se encuentra todo el país menos La Habana, el único punto en el que aún se registran contagios de coronavirus.
Las autoridades cubanas han sugerido también proteger las fuentes de almacenamiento de agua y beber abundante líquido para evitar la deshidratación.
“Quédese en casa”, indicó el director nacional de Epidemiología como la mejor manera de evitar los efectos nocivos del polvo del Sahara y del coronavirus, que hasta la fecha deja 85 fallecidos y 2.318 positivos, de ellos 2.123 ya recuperados.
Cuba registró en 2019 su mayor temperatura media anual desde 1951, con reportes superiores a los 28 grados Celsius como promedio en los meses de verano, según datos del Insmet
El año fue “sumamente caluroso”, con lluvias que “estuvieron por debajo de la norma” en parte debido al polvo del Sahara en la atmósfera, que también intensificó la sensación térmica en el país.
Las partículas en las nubes también afectan a los ecosistemas terrestres y marinos, sobre todo a los arrecifes coralinos, así como a las cosechas de frutas, arroz, caña de azúcar y legumbres. EFE
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