Que han pasado dos meses desde aquel 8 de abril cuando colapsó el techo de la discoteca Jet Set, se dice fácil, pero entre los que han sufrido la pérdida de sus seres queridos se han convertido en las horas, semanas y meses más difíciles y dolorosos que jamás pensaron vivir.
La tristeza en la denominada zona cero no sólo se sentía en el ambiente al llegar a este lugar, sino también que se reflejaba en cada rostro de los familiares de algunos de los 236 fallecidos por la tragedia, que se dieron cita esta mañana para recordar a sus parientes.
Allí las lágrimas eran la expresión común de lo que las palabras no pueden expresar en momentos de dolor, pero también se elevaban cánticos entre los presentes en una actividad religiosa. Magalis Taveras se quebró al recordar a su sobrina María Luisa Taveras Santana, una las víctimas mortales en la tragedia de la emblemática discoteca, quien dejó en la orfandad a unas mellizas y un niño de apenas seis meses de nacido.
“Sus primitos, su papá, su mamá, todo el que la conoce sufre la pérdida de Vanesa (como le decían), solamente nos queda decir que tenemos que vivir con ese sufrimiento porque nada nos va a arrancar esto del alma”, manifestó entre lágrimas Taveras, al destacar que su sobrina era su estilista.
De acuerdo al periodico EL DIA, también se observó en los alrededores de lo que hasta hace dos meses era una discoteca de tradición familiar, a miembros de familias con t-shirts negros que tenían fotografías de aquellos que ya no están y con mensajes alusivos a lo mucho que lo extrañan y que nunca los olvidarán.
“Hay personas que todavía tenemos este tormento en la cabeza y que al cerrar los ojos recordamos esto (señalando las paredes del Jet Set)”, expresó un pariente de Dahiana Patiño Martínez, al recordar las vicisitudes que pasó en la búsqueda del cadáver de esta en Patología Forense, donde fueron llevados la mayoría de los cuerpos recuperados. Al igual que otros, el hombre también exigió justicia.
Solidaridad
A la zona cero llegaron, además, personas que no conocían a muchos de los afectados, pero que según comentaron sienten la necesidad de orar por las familias que perdieron a un ser querido o porque la situación les impactó por la gravedad del siniestro que dejó cientos de personas lesionadas, de las cuales aún permanece una joven hospitalizada.
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