Por Raymond González
En un mundo donde la información fluye sin control, donde las redes sociales y los medios de comunicación están saturados de contenido, surge una pregunta fundamental: ¿qué es realmente el periodismo? George Orwell, con su claridad inigualable, nos dejó una frase que resuena más fuerte que nunca:
“Periodismo es publicar lo que alguien no quiere que publiques; todo lo demás es relaciones públicas.”
Esta declaración nos obliga a reflexionar sobre el papel del periodismo en la sociedad. ¿Estamos consumiendo información real o simplemente publicidad disfrazada? La esencia del periodismo no radica en complacer a los poderosos ni en embellecer la realidad. Su verdadera misión es desenmascarar la corrupción, revelar la verdad oculta y dar voz a quienes no la tienen.
Hoy, más que nunca, el periodismo auténtico es un acto de valentía. Implica enfrentarse a intereses económicos, políticos y sociales que buscan silenciar lo incómodo. Implica cuestionar, investigar y, sobre todo, informar con integridad.
En tiempos de censura y manipulación mediática, el desafío para los verdaderos periodistas es mantenerse firmes, comprometidos con la verdad, sin venderse a los intereses del poder. Porque cuando el periodismo deja de ser incómodo, deja de ser periodismo.
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