TOKIO.- El gobierno de Japón dio por concluida hoy la alerta sanitaria puesta en vigor hace mes y medio, pero pidió a los nipones que se acostumbren a adoptar “un nuevo estilo de vida” para impedir que la pandemia de coronavirus siga causando estragos.
“Vamos a tener que vivir con el coronavirus que está alrededor de nosotros. Si bajamos la guardia, la infección se extenderá muy rápidamente”, afirmó el primer ministro nipón, Shinzo Abe, al anunciar la decisión.
La alerta sanitaria, o estado de emergencia, como se denomina en Japón, fue declarada el 7 de abril pasado y llegó a estar vigente en todo el país, aunque progresivamente se fue reduciendo su ámbito geográfico hasta quedar en Tokio y algunas regiones más.
La covid-19 fue detectada por primera vez en Japón el 16 de enero y hasta este lunes ha afectado a unas 16.600 personas y causado la muerte de 839, una tasa relativamente baja para un país de cerca de 126 millones de habitantes.
“Japón ha sido capaz de poner bajo control la pandemia de coronavirus y contenerla en mes y medio”, afirmó Abe en la rueda de prensa que ofreció en la sede de la Jefatura de Gobierno (Kantei).
El estado de emergencia termina, agregó Abe, porque los casos diarios estaban ya por debajo de los 50 en todo el país y porque el número de personas hospitalizadas, que llegaron a ser 10.000, ya son unas 2.000.
Pero el jefe del Gobierno anunció que en los próximos días se conocerán medidas concretas en cuanto al funcionamiento de los negocios y la realización de actos públicos masivos, que gradualmente se irán adoptando al “nuevo estilo de vida”.
“Tenemos que crear un nuevo estilo de vida y desde ahora tenemos que cambiar nuestra forma de pensar”, añadió.
Entre las medidas que se adoptarán figura una aplicación en los móviles para revisar los contactos que ha tenido una persona que pudo contagiarse, sistema puede estar esté vigente a mediados de junio.
También pidió fomentar el teletrabajo y modificar los horarios de entrada a las oficinas para evitar congestiones en el transporte público.
Y advirtió que si todas estas medidas no impiden parar la extensión de la pandemia y surge un repunte, no dudará en volver a imponer el estado de emergencia sanitaria.
El estado de emergencia permitía a las autoridades locales prohibir actos masivos, cerrar los colegios y regular los horarios de los bares y restaurantes, que en Tokio, por ejemplo, implicaba echar el cierre a las 8 de la noche.
Pero, como recordó Abe, estas medidas, que no incluían el confinamiento que se ha impuesto en otros países, carecían de sanciones, lo que ha demostrado que Japón ha sido capaz de controlar la pandemia “de una forma muy superior”.
Las medidas fijadas por el Gobierno nipón incluían la prohibición de entrada al país de personas procedentes de más de un centenar de naciones, según se iban conociendo datos alarmantes sobre la extensión de la pandemia en esos países y territorios.
Preguntado sobre la posibilidad de que ese veto migratorio se vaya reduciendo, Abe no quiso hacer precisiones, y dijo que Japón “se irá abriendo gradualmente al resto del mundo”.
“Vamos a ser cautos. Primero tenemos que proteger la vida y la salud de los japoneses”, recalcó.
El estado de emergencia sanitaria y estas restricciones en la entrada de turistas al país han tenido un impacto especial en la economía nipona, que forzó al país a entrar en recesión al conocerse los datos de la actividad económica al cierre de marzo.
El Gobierno de Abe y el Banco de Japón (BoJ) han adoptado diversas medidas para aumentar la asistencia económica a la población y ofrecer créditos gratis a las pequeñas y medianas empresas, y Abe señaló que esos esfuerzos seguirán.
“Tenemos que ser vigilantes para poner las medidas en marchar (para atajar la pandemia), pero también recuperar la economía”, afirmó el jefe del Gobierno nipón.
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